La tarde transcurre como cualquier otra; las gotas se deslizan libremente por el cristal que divide mi mundo con lo real.
Afuera llueve, veo la gente correr, preocupada por sentir sus cuerpos humedos, corren simulando a un grupo de hormigas que al caer una hoja en su camino, se alborotan perdiendo el orden, sintiendose amenazadas, sintiendo como el miedo recorre sus entrañas... yo, desde mi ventana veo el desorden que se ha creado, los autos suenan sus bocinas sin tregua, conductores cansados tras un largo dia de trabajo, ancian llegar a casa para resguardarse de tan inmenso chubasco, comienzan a gritarse entre si, para intentar apresurar el transito, pero es inutil, el agua se ha penetrado en los escapes de varios autos, logrando que estos pierdan la marcha, creando asimismo, filas interminables detras suyo. Un hombre que porta un traje de policia, intenta poner orden al gran caos, ha olvidado su ropa impermiable en casa, todo anunciaba que el dia seria soleado y que no lloveria, pero nadie puede prever el tiempo; el agua cae sobre el, dejandolo completamente mojado, este ser no siente preocupacion, trata de agilizar al la gente que sobre sus autos se encuentran desesperados por revasar a los coche que yacen detenidos sobre el frio asfalto, hace señales para que avancen rodeando a los mismos. El transito fluye un poco mas, han llegado gruas llamadas por la aseguradoras de los conductores; ya dos vehiculos ha sido retirados de enmedio de la multitud, El transito fluye aun mas, el caos se disipa poco a poco, los que estaban preocupados por llegar a casa, van camino a ella, realmente no comprendo cual era la preocupacion, a fin de cuaentas iban a llegar, quizas siendo victimas del tiempo, pero llegarian a su destino, talvez sonaria diferente si estos hubieran portado la misma sonrisa que el hombre con traje de policia portaba en su rostro, sonrisa que no se detuvo a brotar a pesar de la fuerte lluvia, sonrisa que nacio tras brindar su ayuda a la gente que se encontraba estancada en un mar de autos, sonrisa que fue contagiada al conductor del unico coche que quedo varado en el pavimento, conductor cuyo auto por ser un poco mas viejo, no contaba con aseguradora, asi es que ninguna grua fue por el, pero eso no le impidio relajarse y sentarse en el interior del coche, convirtiendolo al igual que yo , en un mundo a parte, donde seguro recordo cuando era niño, y acompañaba a su madre a recoger a su padrastro al trabajo bajo una fuerte lluvia, su madre cantaba, para aligerar el tiempo, el veia lo mismo que yo redacto en este momento, gente preocupada, agitada y mal humorada, que quizas tengan problemas en sus vidas, pero lo que era cierto era que no se solucionarian a mentadas de madre, y malas caras.
Este sujeto, tras guardar sus remembranzar en su alma y echarle un vistazo a su reloj, abrio la guantera y saco unos cigarros, coloco uno entre sus labios y de su bolsillo saco unos cerillos apachurrados y lo encendio; abrio la puerta de su auto y bajo del mismo, asegurandose de dejarlo bien cerrado, quizas al dia siguiente iria a recogerlo en compañia de un buen mecanico, que era su vecino. Se acerco al hombre con traje de policia y le deseo un buendia, le obsequio un cigarrillo, y emprendio camino a no se donde; su rostro me inspiro nostalgia, recordé cuando era niña y anciaba que lloviese, para salir a mojarme con mis amigos, bricar en los charcos y beber del agua que del cielo cai, recorrer la calle por completo empapadas platicando de cuanta cosa viniera a mi mente, y detenerme por un instante y en el ambiente distinguir el fuerte aroma a tierra humeda, aroma que me tranquilizaba y hasta la fecha me encanta.
Cada vez que llueve, recuerdo ese sutil aroma , si me encuetro varada en el transito, me relajo y disfruto de dicho olor, si me encuantro tras mi ventana admirando el mundo exterior, agardezco a la vida por crear cosas maravillosas y permitirme viajar a mi mundo a parte, recordar, dar un salto al pasado y volver a vivir una vida, y saber que si , tengo problemas en mi vida cotidiana, pero nada que no tenga solucion y ver que en las tarde donde las gotas caen de los ojos del cielo, me permito apartarme por unos momentos dela realidad y alejarme de las dificultades, saber que mañana tambien saldra el sol y probablemente llueva, pero la vida sigue y seguira, llueva o no , pero que el olor a tierra humeda me dara la oprtunidad de volver a vivir quizas por escasos minutos, efimeros, pero... no cambiaria nada, ni siquiera los problemas, con tal de seguir soñando...
Donna Nicoletta Diaz Blavier...
Afuera llueve, veo la gente correr, preocupada por sentir sus cuerpos humedos, corren simulando a un grupo de hormigas que al caer una hoja en su camino, se alborotan perdiendo el orden, sintiendose amenazadas, sintiendo como el miedo recorre sus entrañas... yo, desde mi ventana veo el desorden que se ha creado, los autos suenan sus bocinas sin tregua, conductores cansados tras un largo dia de trabajo, ancian llegar a casa para resguardarse de tan inmenso chubasco, comienzan a gritarse entre si, para intentar apresurar el transito, pero es inutil, el agua se ha penetrado en los escapes de varios autos, logrando que estos pierdan la marcha, creando asimismo, filas interminables detras suyo. Un hombre que porta un traje de policia, intenta poner orden al gran caos, ha olvidado su ropa impermiable en casa, todo anunciaba que el dia seria soleado y que no lloveria, pero nadie puede prever el tiempo; el agua cae sobre el, dejandolo completamente mojado, este ser no siente preocupacion, trata de agilizar al la gente que sobre sus autos se encuentran desesperados por revasar a los coche que yacen detenidos sobre el frio asfalto, hace señales para que avancen rodeando a los mismos. El transito fluye un poco mas, han llegado gruas llamadas por la aseguradoras de los conductores; ya dos vehiculos ha sido retirados de enmedio de la multitud, El transito fluye aun mas, el caos se disipa poco a poco, los que estaban preocupados por llegar a casa, van camino a ella, realmente no comprendo cual era la preocupacion, a fin de cuaentas iban a llegar, quizas siendo victimas del tiempo, pero llegarian a su destino, talvez sonaria diferente si estos hubieran portado la misma sonrisa que el hombre con traje de policia portaba en su rostro, sonrisa que no se detuvo a brotar a pesar de la fuerte lluvia, sonrisa que nacio tras brindar su ayuda a la gente que se encontraba estancada en un mar de autos, sonrisa que fue contagiada al conductor del unico coche que quedo varado en el pavimento, conductor cuyo auto por ser un poco mas viejo, no contaba con aseguradora, asi es que ninguna grua fue por el, pero eso no le impidio relajarse y sentarse en el interior del coche, convirtiendolo al igual que yo , en un mundo a parte, donde seguro recordo cuando era niño, y acompañaba a su madre a recoger a su padrastro al trabajo bajo una fuerte lluvia, su madre cantaba, para aligerar el tiempo, el veia lo mismo que yo redacto en este momento, gente preocupada, agitada y mal humorada, que quizas tengan problemas en sus vidas, pero lo que era cierto era que no se solucionarian a mentadas de madre, y malas caras.Este sujeto, tras guardar sus remembranzar en su alma y echarle un vistazo a su reloj, abrio la guantera y saco unos cigarros, coloco uno entre sus labios y de su bolsillo saco unos cerillos apachurrados y lo encendio; abrio la puerta de su auto y bajo del mismo, asegurandose de dejarlo bien cerrado, quizas al dia siguiente iria a recogerlo en compañia de un buen mecanico, que era su vecino. Se acerco al hombre con traje de policia y le deseo un buendia, le obsequio un cigarrillo, y emprendio camino a no se donde; su rostro me inspiro nostalgia, recordé cuando era niña y anciaba que lloviese, para salir a mojarme con mis amigos, bricar en los charcos y beber del agua que del cielo cai, recorrer la calle por completo empapadas platicando de cuanta cosa viniera a mi mente, y detenerme por un instante y en el ambiente distinguir el fuerte aroma a tierra humeda, aroma que me tranquilizaba y hasta la fecha me encanta.
Cada vez que llueve, recuerdo ese sutil aroma , si me encuetro varada en el transito, me relajo y disfruto de dicho olor, si me encuantro tras mi ventana admirando el mundo exterior, agardezco a la vida por crear cosas maravillosas y permitirme viajar a mi mundo a parte, recordar, dar un salto al pasado y volver a vivir una vida, y saber que si , tengo problemas en mi vida cotidiana, pero nada que no tenga solucion y ver que en las tarde donde las gotas caen de los ojos del cielo, me permito apartarme por unos momentos dela realidad y alejarme de las dificultades, saber que mañana tambien saldra el sol y probablemente llueva, pero la vida sigue y seguira, llueva o no , pero que el olor a tierra humeda me dara la oprtunidad de volver a vivir quizas por escasos minutos, efimeros, pero... no cambiaria nada, ni siquiera los problemas, con tal de seguir soñando...
Donna Nicoletta Diaz Blavier...
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